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Historia de la Reanimación Cardiopulmonar

¿Qué es la RCP y donde comienza?

La reanimación cardiopulmonar o por sus siglas RCP (CPR en inglés),  consiste en una técnica sencilla para salvar vidas en caso de ataque cardíaco o ahogamiento, cuando se detienen la respiración o los latidos del corazón de una persona.

La RCP combina por un lado compresiones torácicas y por otro, la respiración boca a boca o también denominadas ventilaciones o insuflaciones. Estas técnicas también son conocidas como Soporte Vital Básico o SVB por sus siglas. Actualmente la ratio de RCP se compone de 30 compresiones por cada 2 insuflaciones.

  • Las compresiones torácicas consisten en “bombear” y hacer circular la sangre oxigenada por todo el organismo de forma manual, principalmente al cerebro, para evitar así daños cerebrales.
  • La respiración boca a boca proporciona oxígeno a los pulmones.

No realizar estas maniobras puede provocar daño cerebral permanente o la muerte en cuestión de pocos minutos. Por lo tanto, es muy importante mantener la circulación sanguínea y la respiración hasta que lleguen los servicios médicos. A día de hoy, los servicios de emergencia telefónicos, 112 en Europa o 911 en América del norte y algunos países de América del sur, por ejemplo, proporcionan ayuda e instrucciones al primer interviniente, intentando “capacitar” telefónicamente al rescatador o socorrista en la RCP, o lo que se conoce como la RCP asistida por teléfono.

Las técnicas de RCP varían ligeramente dependiendo de la edad o tamaño de la persona, donde podemos diferenciar bebés o RCP pediátrica (0 a 1 años), niños (1 a 8 años) y adultos en adelante.

La RCP en nuestro país

Actualmente y por suerte, cada vez más estas maniobras se fomentan con más frecuencia a niños y adolescentes en las escuelas e institutos, como parte de la formación para empleados en empresas, en actos públicos de forma gratuita, como ejemplos. Pero seguimos a la cola en Europa en esta materia.

Los datos en nuestro país son demoledores. En España se producen en anualmente a unos 30.000 fallecimientos por paradas cardiacas, dicho de otro modo, cerca de 100 muertes al día. Casi el 80% de estos casos ocurre en vía pública o en los hogares.

Según un estudio realizado por la Fundación Española del Corazón en 2016, sólo 3 de cada 10 sabía realizar una RCP. En nuestro país, el índice de salvación se sitúa ante esta situación se sitúa entre un 4 y un 5%, mientras que en Estados Unidos se sitúa en alrededor de un 50%, gracias principalmente a la implantación masiva de desfibriladores y a la formación de la población. En este país disponen de “máquinas” para practicar RCP en muchos aeropuertos gracias a la AHA, de la que hablaremos más adelante de este post.

Pincha aquí para ver aquí video (https://www.youtube.com/watch?v=mc_GsiSijiY&t=15s)

En otros países de Europa como Inglaterra o Suecia, la asignatura de primeros auxilios es obligatoria.

La realización de maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y la utilización de un desfibrilador precozmente hasta la llegada de los servicios de emergencia, es fundamental para la supervivencia de cualquier persona. Se estima que por cada minuto que pasa en el que a esa persona no se le realiza nada, el índice de supervivencia desciende un 10% por cada minuto.

En Reino Unido, la Fundación Británica del Corazón junto con el actor Vinnie Jones, promocionaron hace varios años un conocido video publicitario donde animaban y fomentaban a la población a realizar estas maniobras.

Pincha aquí para ver el video (https://www.youtube.com/watch?v=BLSGv5DjatI)

Otro punto del que no estamos todavía concienciados, es sin duda sobre la instalación de desfibriladores de uso público. El número de estos aparatos en España es cinco veces más baja que en otros países como Alemania con un 11%, Reino Unido con un 13% y hasta ocho veces menor que en nuestro país vecino, Francia, que con un 19% junto a Dinamarca y Suecia, están a la cabeza en Europa de estos dispositivos (cifras aproximadas). En Japón tienen 35 veces más desfibriladores por cada 10.000 habitantes que nosotros. Puedes leer más sobre este en este otro post pincha aquí.

Desde Reanimando, creemos activamente en que cualquier ciudadano, tanto niños como adultos, pueden estar preparados para actuar ante una emergencia con un mínimo de conocimientos. Por eso creemos en la formación, la educación y la concienciación.

¿Pero de dónde proviene reanimar a un ser humano y cuál es su historia?

Mucho se ha escrito y documentado a lo largo de nuestra historia sobre métodos y técnicas de reanimación en seres humanos, así como en animales, muchas de ellas sin resultado, evidentemente. La falta de medios útiles y la continua evolución que le esperaba al mundo de la medicina bien entrando al siglo XX, propició que la medicina moderna consiguiera hacer descender las muertes en el mundo. A continuación te explicamos algunos métodos de reanimación:

Método flagelación: se azotaba a la víctima con ortigas o la golpeaban con las manos o un paño húmedo

Método calor: se aplicaba cualquier cosa caliente como agua o cenizas calientes al abdomen, con la idea de restaurar el calor al cuerpo

Método fuelle: se utilizaba un fuelle de chimenea para la introducción de aire caliente en los pulmones.

Método inversión: al bajar el cuerpo se hacía expulsar el aire de los pulmones, una vez se levantaba a la víctima, se producía la inspiración al eliminar la presión. Utilizado en Inglaterra, Europa y América con éxito en casos de ahogamiento.

Método del barril: constaba de realizar el movimiento del barril hacia delante y hacia atrás con la victima acostada sobre el mismo. Estas maniobras provocaban la compresión del cofre para la espiración (hacia atrás) así como la liberación de la presión para la inspiración (hacia delante).

Método del caballo: se colocaba el cuerpo de la victima acostada boca abajo en el lomo del caballo. Mediante el galope, el pecho se comprimía contra el caballo y al rebotar (por el galope) se expandía, provocando la entrada manual de aire a los pulmones

Método Holger Nilson: consistía en el levantamiento de los brazos a contrapresión, presionando así la espalda, balanceando hacia atrás y levantando el brazo de la víctima hacia sí mismo en busca de inspiración. 

Visto los métodos empleados antaño, y aunque no están todos los que son, pero sí son todos los que están, como hemos podido ver, en aquellos tiempos ya eran como poco bastante ancestrales y de poca utilidad.

La RCP del siglo XX

La evolución de la medicina, la ciencia y la tecnología, propiciaron que las técnicas de reanimación actuales consiguieran el resultado esperado de supervivencia.

Las técnicas actuales de RCP fueron desarrolladas a finales de la década de los años cincuenta e inicios de los sesenta. Los doctores James Elan, que había estado investigando sobre diferentes métodos de ventilación artificial, y Peter Safar, realizando investigaciones sobre la apertura de la vía aérea o más conocida popularmente como la maniobra “Frente Mentón”, fueron los primeros en describir las técnicas de reanimación cardiopulmonar, en especial de la ventilación boca a boca.

A principios de la década de los cincuenta, otros investigadores como William Kouwenhoven, Guy Knickerbocker y James Jude, descubrieron las ventajas de la compresión torácicas, gracias a ensayos con animales y más tarde con seres humanos, para provocar la circulación artificial. Más tarde, en la década de los 60, la reanimación boca a boca y las compresiones torácicas se combinaron para crear el RCP que se usa hoy en día.

¿Pero quién determina como hacerlo?

En 1963, se crea en EEUU un comité de Reanimación Cardiopulmonar, la Asociación Americana del Corazón  (American Heart Association) o por sus siglas AHA,  con el objetivo de instaurar unas guías estandarizadas de actuación ante la parada cardiorrespiratoria. Diez años más tarde se extienden a todo el mundo. La AHA publica sus recomendaciones bajo evidencia científica en 1974, con varias actualizaciones en años posteriores, la última en 2015.

Es a finales de los años 80 cuando se crea El Consejo Europeo de Resucitación (European Resuscitation Council) o por sus siglas ERC. Este consejo albergó inicialmente a entidades europeas de cardiología y medicina intensiva con unos objetivos comunes a la AHA: crear unas guías como protocolo de actuación ante la parada cardiorrespiratoria.

A principios de los 90, se crea un Comité Internacional de RCP bajo las siglas ILCOR (Internacional Liasion Commmite on Resuscitation), con el  objetivo principal de establecer unas guías comunes de actuación en la RCP basadas en la evidencia científica. Dicho Comité internacional queda inicialmente formado por las siguientes asociaciones continentales:

En nuestro país, el organismo encargado es el Consejo Español de RCP o CERCP, asociación científico-sanitaria sin ánimo de lucro creada en el año 1999, formada por organizaciones como asociaciones científicas e instituciones públicas, y con una actividad acreditada en el ámbito del Soporte Vital (SV) y de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP).

Según la última publicación actual del ERC del año 2015,  se  destaca entre otros aspectos la importancia de la interacción entre el testigo que realiza las maniobras de RCP y el operador telefónico del servicio de emergencias médicas, así como del uso eficaz y precoz de un desfibrilador cercano.

También del diagnostico precoz de la situación de parada cardiorrespiratoria o PCR por sus siglas, ya sea por parte del testigo como del operador telefónico de emergencias que interactúa con el testigo.

A partir de ahí, las recomendaciones actuales aconsejan una relación de 30 compresiones torácicas por dos insuflaciones boca a boca, es decir una ratio de 30:2. Se aconseja realizar compresiones a una profundidad adecuada de entre 5 y 6 cm en el adulto y a una frecuencia de entre 100-120 compresiones por minuto. En cuanto a las respiraciones se recomienda insuflaciones de 1 segundo (2 veces) y realizarlas en un máximo de 10 segundos, haciendo hincapié en las mínimas interrupciones de compresiones.

En dichas recomendaciones también se hace énfasis en el uso precoz de un desfibrilador, ya que la desfibrilación temprana en los primeros 3-5 minutos aumenta la supervivencia hasta en un 70%. Además, se hace hincapié activamente en implementar programas de acceso público a los DEA-DESA en espacios públicos que tengan una alta afluencia de personas.

Resumiendo lo explicado de forma grafica, En 1991, la American Heart Association (AHA), propuso una secuencia denominada cadena de supervivencia, que incluía:

  • La activación rápida de los servicios de emergencia por parte de la persona que lo presencia;
  • la reanimación cardiopulmonar inmediata realizada por los testigos:
  • la desfibrilación temprana con el uso de un desfibrilador;
  • la asistencia avanzada realizada por los profesionales.

Se crea por tanto un eslabón de cadenas donde se simplifica el modo de actuación ante una situación de estas características, que ha ido evolucionando tanto por la AHA como por el ERC hasta la actualidad.

La siguiente publicación con nuevas las recomendaciones las conoceremos  en 2020, donde se esperan algunos cambios significativos, hablaremos en otro post próximamente.

Descárgate aquí la guía ERC 2015 (pdf)

La mujer más “besada” del mundo:
Otra curiosa e interesante historia que rodea a la RCP moderna es una leyenda ocurrida en el siglo XIX, el de una joven de entre 16 y 18 años que fue encontrada ahogada en el río Sena de París. Curiosamente, el cuerpo de la chica contaba con el rostro sereno y con una sonrisa.
Por retorcido que parezca, el mismo patólogo de la morgue decidió realizar una máscara mortuoria, y le pidió a un escultor que sacara un molde en yeso de sus facciones para recordarla. La máscara de la misteriosa mujer comenzó a darse a conocer y por aquel entonces, llamaba mucho la atención de todo aquel que la veía. Comenzaron a hacerse copias de la máscara como si de un lienzo famoso se tratara.
En poco tiempo, esta “escultura” llegó a toda Europa, convirtiéndose en un fenómeno artístico, donde salones o reuniones se preciaban de tener la máscara de la “ahogada del Sena” en algún lugar destacado. Incluso llegó a ser  inspiración para poetas y escritores, como Vladimir Nabokov, autor de la novela “Lolita”.
¿Y esto que tiene que ver con la RCP? Pues resulta que lo curioso e interesante de esta historia se produjo a mediados del siglo pasado, donde Peter Safar, médico austriaco que desarrolló la técnica de la respiración boca a boca y que más tarde se convertiría en las maniobras de RCP actuales, del que ya hemos estado hablando, necesitaba por aquel entonces enseñar a sus alumnos dichas maniobras de reanimación. Para ello, necesitaba un muñeco lo más real posible para practicar. Su imaginación hizo que hablara con un juguetero noruego llamado Asmund Laerdal, pionero en la fabricación de muñecas de plástico, para que le diseñase un maniquí a tamaño natural y sirviera así de modelo para poder practicar en maniobras de RCP. Casualmente, fue la historia de esta mujer la que inspiró a Laerdal para copiar su rostro y utilizarlo como imagen facial en sus maniquíes, al que denominó Resusci-Anne, y crear así uno de los iconos en la práctica de la RCP a día de hoy, el maniquí como simulador para la reanimación.

 

Luis Manuel Mondragon. Instructor y Técnico en Emergencias Sanitarias

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