Existen ciertos pacientes que debido a sus condiciones físicas se encuentran en una situación de inmovilidad, movilidad reducida o con ciertas limitaciones en sus movimientos. Las causas pueden ser muy diversas: desde el envejecimiento, una malformación, una enfermedad, tratamiento, lesiones de espalda o por trastornos ligados al aparato locomotor.

La cuestión es que la movilización de estos pacientes es necesaria para evitar el desarrollo de otro tipo de problemas y dificultades, como afecciones respiratorias y circulatorias, alteraciones de la piel o hinchazón de algunas partes del cuerpo, entre otras.

En algunos casos, la persona se puede mover por sí sola, pero en otros en los que la movilidad está más reducida es necesaria la ayuda de otras personas e incluso de profesionales de la sanidad, dependiendo de la situación en la que se encuentre.

Por estas razones, los profesionales de los centros e instituciones sanitarias tiene que estar formados en los diferentes trastornos de movilidad existentes, conocer las técnicas de movilización y, sobre todo, en cómo realizar la movilización del paciente inmovilizado según su situación particular y evitar que se lesionen o se produzcan caídas.

Este programa formativo ofrece un amplio material teórico-práctico actualizado con el objetivo de que los profesionales no solo adquieran conciencia sobre la importancia de la movilidad y sepan diferenciar entre los distintos trastornos y patologías existentes en los pacientes más frecuentes, sino también para que sepan actuar ante las posibles caídas y enfermedades que limitan el movimiento, así como saber efectuar correctamente la manipulación de enfermos.